El Camino de Santiago presenta para muchas personas (entre las que me encuentro), un sinnúmero de atractivos: culturales, religiosos, históricos, sociales… etc, puesto que ha representado a lo largo de la historia, primero una ruta hacia el OCASO de los antiguos druidas celtas , después línea defensiva de los ejércitos cristianos ante la invasión musulmana, más tarde puntos de repoblación, así como también ruta iniciativa para algunos y modo de cumplir penitencias o promesas hechas al Apóstol, para otros.

Hacía mucho tiempo tenía deseos de realizar la peregrinación a Santiago por el Camino Francés, pero no encontraba el momento ni la ocasión oportuna para hacerlo, Por fin, en este año 2000 me propuse no terminar el siglo sin ver realizados mis deseos.

A lo largo del Camino fui haciendo una serie de anotaciones que a modo de modestas reflexiones reflejo en estos apuntes.

Espero que sea ameno y útil para aquél que desee realizarlo, a lo cual animo a aquellas personas que alguna vez hayan pensado o piensen hacerlo y verán que aunque duro, el camino a pie a Santiago es una experiencia gratificante y que "engancha ".

Tan sólo reflejo mis impresiones, pues los detalles de intendencia y demás datos histórico-geográficos, están muy bien reflejados en las numerosas guías que existen al respecto.

Viernes 28 de julio.- 8,45 de la mañana. Llegamos a Ronces valles con el día nublado y amenazando lluvia, encontrándonos con la primera dificultad, pues vamos a recoger la acreditación a la Colegiata y está cerrada, no abren hasta las 10.
Una vez cumplido este primer trámite, me dispongo a realizar mi primera caminata, animado, pero algo nervioso pues no sé lo que voy a encontrar….la novedad.
Transcurridos los primeros cuatro kilómetros, el camino es bueno y en ligero descenso hasta Burguete, después paso por el bonito y bien cuidado pueblo de Espinal, seguidamente comienza la ascensión hasta Mezquiriz que se hace sin dificultad, el camino está en buen estado, incluso en algunos Kms. han cubierto las pistas de hormigón.
Pasado Linzoaín, comienzo la dura ascensión al puerto de Erro, que se hace larga, sombría en muchos tramos, debido a la espesa vegetación de pinos, hayas y robles, entre otros de los que se encuentra poblado este puerto. Apenas encuentro gente en el camino pues he salido tarde, la bajada del puerto se hace dificultosa pues tiene muchas irregularidades, es terreno pedregoso y con muchos altibajos, es peligroso si está mojado ( no tuve ese inconveniente).

Terminando de bajar y tras pasar la antigua Venta, hoy establo, sale a mi encuentro Isabel, preocupada por mi tardanza, al poco llegamos a Zubiri y su hermoso puente a las 14,30. Paramos a reponer fuerzas, para después terminar la etapa hasta Larrasoaña, llego con los quintos dedos de los pies" molidos", pero animado para continuar el día siguiente.

Sábado 29 de julio, 8 de la mañana. Etapa llana en buena parte de su recorrido, estoy llegando a terreno más llano hasta que avisto los aledaños de Pamplona, pero primero atravieso el magnífico puente medieval de Arre a la entrada de Villaba, hasta la capital pamplonica el terreno es llano y totalmente urbano. Entro en Pamplona por el precioso puente de La Magdalena hasta el casco antiguo, llego a las 11, espero a Isabel y damos un paseo por sus típicas y afamadas calles de la parte vieja. Comemos y continúo el recorrido hasta Cizur Menor en el que apreciamos su bonito y cuidado albergue en que se ha convertido la Iglesia-Fortaleza de S. Miguel Arcángel, propiedad de la Orden de Malta y que la ha habilitado magníficamente para reposo del peregrino.

Día 30 de Julio.-Domingo 8,30 de la mañana. Esta ha sido una bonita etapa, no demasiado dura, pues aunque la ascensión al Alto del Perdón es larga se hace llevadera y se encuentra jalonada de algunos pueblos como Zariquiegui con casas nobles y una bonita iglesia que hace las veces de albergue de peregrinos. Ya, en la cima del alto, festoneada por el Parque eólico construido hace tres años, se divisa una preciosa panorámica, por un lado la "cuenca" de Pamplona y por otro el valle que nos va a conducir a puente La Reina y sus demás pueblos.
Destacar el magnífico pueblo medieval de Obanos con raigambre medieval que aún conservaba los restos de la escenificación del "Misterio de Obanos", leyenda de Santa Felicia y su hermano Guillermo, que acababa de celebrarse el día anterior a mi llegada. Merece la pena visitarlo detenidamente.
Ya por un camino prácticamente llano llego a Puente La Reina con su magnífica y típicamente jacobea Calle Mayor y en medio de ésta, la magnífica iglesia de Santiago el Mayor, y al final de esta calle el famoso y precioso puente que da nombre a la Villa en el que me está esperando Isabel , comemos y nos volvemos para casa pues hay que trabajar al día siguiente. Retomaré el camino el mes que viene.

Sábado 12 de Agosto, 8 de la mañana, la etapa es relativamente corta, pues es en su mayoría llana y que comienzo después de sacarme la foto de rigor en el puente, y comienzo la etapa que algo monótona, en los dos últimos km. Sale a encontrarme Isabel, cosa que agradezco pues siempre se va mejor bien acompañado que solo.
Ya en Estella nos encontramos con la iglesia del Santo Sepulcro que es magnífica pero necesitada de reparación en su ennegrecida fachada. Sello la acreditación en el Albergue y reponemos fuerzas en Ayegui en el que comimos una comida casera estupenda.
Después como me encuentro animado, una vez reposada la comida, continúo sólo hasta Azqueta, allí me recoge Isabel y volvemos a descansar hasta mañana.

Domingo 13 de Agosto, 8 de la mañana. Llego enseguida a Monjardin, tomamos un café en un pequeño albergue, y contemplamos la magnífica panorámica del valle que se extiende hacia Los Arcos, y apreciamos tambien la antigua iglesia de este enclave estratégico.
Hasta Los Arcos el paisaje, aunque en algunos tramos voy entre viñedos, es monótono. Es un pueblo muy bonito con una calle mayor jacobea abigarrada de casas nobles y una magnífica plaza mayor, en la que se ubica una hermosa Iglesia con un retablo y unos tapices de bronce dorado espléndidos que merece una visita detenida. Desde aquí me acompaña Isabel que ha venido a encontrarme a la entrada del pueblo y con la que he visitado éste. Seguimos el camino hasta Torres del Río donde reponemos fuerzas con unos simples bocadillos, pues es domingo y no hay nada más en esta aldea encaramada en el recodo del río y situada, como tantas otras, estratégicamente en lo alto.
Después continúo solo hasta Viana, donde de nuevo me espera Isabel y podemos apreciar los testimonios pétreos de la importancia que esta villa ha tenido a lo largo de los pasados siglos. Regresamos a descansar pues el día ha sido duro y este último tramo constituía un auténtico rompepiernas con contínuas subidas y bajadas.

Lunes 14 de Agosto, 7 de la mañana, salgo con las primeras luces del día y atravieso Logroño amaneciendo y tras pasar la ciudad paso por el precioso paraje de La Grajera, que es como un oasis del resto del camino hasta Navarrete, llego a buena hora y tras reponer fuerzas, continúo hasta la altura del cruce con Ventosa donde me espera Isabel para volver a descansar.

Martes 15 de Agosto, 7 de la mañana. Llego pronto a Nájera donde, junto con Isabel, visito la iglesia de Santa María La Real tan cargada de historia trascendental en otros siglos, y con una estructura y componentes magníficos. Prosigo solo el camino hasta Sto. Domingo cuya magnífica catedral visitamos, ha sido una etapa larga pero llana y llevadera.

Aquí tengo que dejarlo y regresar a casa para reincorporarme al trabajo, y proseguir dentro de breves días el tramo más largo hasta Santiago.

Miércoles 23 de Agosto, 8 de la mañana, al iniciar la etapa y tras pasar el puente a la salida de Sto. Domingo trabo conversación con un grupo de peregrinos de Segovia, ávila y Valladolid que vienen de Roncesvalles con los que hago la etapa, que es llana y asequible, en agradable compañía hasta Belorado, donde, por la tarde pasamos una agradable sesión vespertina en su hermosa Plaza Mayor, sesión que prolongamos con una cena de camaradería de grato recuerdo en la que se despidieron, pues ellos se incorporaban al trabajo.

Jueves 24 de Agosto, 7,30 de la mañana. Etapa dura que hago en compañía de Isabel y Ana dos chicas de Valladolid que conocí el día anterior en Belorado.
Llegamos a Villafranca de Montes de Oca, tramo que es llano y donde hacemos acopio de víveres para comer y cenar y reponemos fuerzas para enfrentarnos a la dura ascensión del Alto de La Pedraja que discurre entre robles y hayedos que nos dan sombra a ratos y nos alivia del calor. Por fin llegamos a S. Juan de Ortega, donde después de comer y tras reposar los bocadillos que llevábamos, hago mi primera "colada", que no se me da mal para ser la primera vez. Como también es la primera ocasión en que duermo en un albergue de peregrinos. Por la tarde visitamos la bien restaurada iglesia de S. Juan de Ortega. Nos acostamos pronto pues al día siguiente nos espera una dura etapa hasta Burgos.

Viernes 25 de Agosto, 7,30 de la mañana. Durísima etapa ésta, que en su primera parte es muy bonita, pues sigue discurriendo por robledales y por la Sierra de Atapuerca, desde cuya cima divisamos una bella panorámica. Más tarde y, llegando al llano, vamos a caminar por asfalto durante tres horas pues desde Villafría el recorrido es totalmente urbano hasta el ansiado albergue que está a la salida de Burgos, enclavado en una hermosa finca.
Aquí me salen las temidas ampollas, pues entre el asfalto y un" fallo técnico" por mi parte al colocarme unas plantillas inadecuadas, me cobran una dolorosa factura que me hará parar unas etapas más tarde. Después de comer se despiden Ana e Isabel que lo dejan, pues han de incorporarse al trabajo.
Tras reposar la comida me voy a visitar de nuevo la Catedral de Burgos que está restaurada en toda su fachada prácticamente y puedo apreciar todo su esplendor anterior (parece otra).

Sábado 26 de agosto, 8 de la mañana. Me cuesta bastante trabajo iniciar la marcha, pues tengo los pies doloridos por las ampollas del día anterior. Me lo tomo con resignación y con calma, me cuesta bastante andar en los primeros Kms., menos mal que la etapa es corta.
Llego temprano, con los pies molidos, al albergue situado junto a la iglesia; está bien acondicionado, es pequeño y acogedor.
Repongo fuerzas en un restaurante, con una magnífica comida. Aquí me llevo una sorpresa pues me encuentro con María, una compañera de Zaida, (hemos sido atendidos por el padre de aquélla) que está aquí ayudando a la familia (el mundo es un pañuelo).
Por la tarde visito la iglesia que está junto al albergue y que está muy bien restaurada.
Junto al albergue hay un relieve conmemorativo de un religioso que murió víctima de los conflictos tribales en Ruanda recientemente.

Domingo 27 de Agosto, 8 de la mañana. Continúo el camino y persisten los dolores de las ampollas de los pies, aunque parece que van algo mejor. A mitad del camino está Hontanas, al que se llega casi inadvertidamente, pues está como escondido en una depresión del terreno. Después de pasar las ruinas del convento de S. Antón, que debió de tener su importancia en otro tiempo, pues a través de sus ruinas se puede observar lo esplendoroso que fue.
Por fín llego a Castrojeriz a buena hora y he de esperar a que abran el albergue, donde me llevo otra sorpresa, pues el hospitalero (" Resti") es oriundo de Carrejo. Espero a Isabel que viene a verme y a darme ánimos y a quitarme peso de la mochila ( los " por si acaso"). Esta visita me reconforta, pues andaban los ánimos un poco decaídos por los dichosos pies. Nos vamos a comer y a dar una vuelta por este magnífico pueblo encaramado en la colina y desde el que se divisa toda la meseta y en el que apreciamos por sus edificios la importancia que tuvo en su momento.. Nos despedimos, pues ya es posible que no nos veamos hasta después de llegar a Santiago.
A la hora de cenar me encuentro en el restaurante con Ana Zubiaurre ( una ATS de Torrelavega) y su marido que tiene una casa aquí ( otra coincidencia más y van dos en un día).

Lunes 28 de Agosto, 7,15 de la mañana. " Resti ", el hospitalero nos obsequia a las 6 de la mañana con cantos gregorianos para despertarnos y después nos avitualla con un reconfortante café con galletas y fruta, pues el camino que nos queda es largo y para empezar el Alto de Nostelares, desde donde se divisa la llanura y Castrojeriz encaramado y su castillo que domina la vega. Alto que es duro pero corto y después atravieso el páramo hasta el límite con la provincia de Palencia en Itero de La Vega, donde paro a reponer energía y contemplo el rollo jurisdiccional que aún se conserva en buen estado.
El resto del camino es llano, paro en Boadilla del Camino donde me refresco en una fuente de la que se saca agua por medio de una curiosa noria que ha de impulsar a mano el propio peregrino.
Repuesto ya, sigo hasta Frómista donde camino siguiendo la orilla del Canal de Castilla. Me alojo en el albergue que está recientemente restaurado. Tras la consabida siesta, vuelvo a admirar la iglesia románica de S. Martín.

Martes 29 de Agosto, 7,30. La etapa es totalmente llana y discurre paralela a la carretera nacional.
Antes de llegar, paro en Villalcazar de Sirga donde aprecio la magnífica iglesia de Santa María la Blanca , monumental y con un magnífico pórtico que merece ser visitada detenidamente.
Llego a Carrión y las ampollas parece que van mejor aunque me duele el Tendón de Aquiles por forzar el pie debido a las antedichas y dichosas ampollas. Me alojo en el albergue parroquial donde la hospitalera es un poco "cascarrabias" pero nos atiende bien. Aquí tengo previsto descansar al día siguiente para reponerme. Por la tarde acudo al Centro de Salud donde soy atendido estupendamente por los colegas del centro a los cuales les estaré siempre muy agradecido. Después dedico un rato a visitar la antigua iglesia románica de Santa María del Camino (s. XII), cuyas deterioradas figuras del pórtico (es una pena) representan la leyenda del tributo de " Las Cien Doncellas".

Salgo del albergue temprano pues los peregrinos no nos podemos quedar más de un día en los albergues, y me encamino a la pensión donde acordé el día anterior, para pasar allí la jornada reposando. Me encuentro justo a mitad del camino hasta Santiago.
Por la mañana salgo un rato a pasear y a ver el convento de S. Zoilo donde están enterrados los infantes del poema del Cid, posee un extraordinario claustro renacentista que es digno de ser visitado detenidamente. Por la tarde visito la iglesia de Santiago cuyo pórtico es magnífico y de un realismo impresionante. El interior está habilitado como museo religioso y atendido y dirigido con mucho interés por su párroco.

Jueves 31 de agosto. Me encuentro mejor y animado a seguir adelante la etapa es corta y llana y discurre por la antigua calzada romana de Burdeos-Astorga a poco más de mitad del camino contacto con Pedro, un chico madrileño que tiene problemas con los pies ( ampollas ), él decide seguir hasta Sahagún y yo me quedo para proseguir mañana, espero que bien del todo. El albergue es relativamente pequeño pero muy bien acondicionado. Descanso todo el día en este pequeño y tranquilo pueblo, que no obstante tiene un hostal donde comí y cené muy bien. Hay un joven peregrino granadino, un tanto peculiar, que no para de dibujar paisajes, que por cierto, lo hace muy bien.

Viernes 1 de Septiembre, 7,30. Esta es una etapa llana que continúo sólo. Llego a Sahagún y me alojo en el albergue magnífico, amplio y cómodo, que es el resultado del acondicionamiento por parte de la Junta de Castilla y León de la antigua iglesia de la Santísima Trinidad.
La tarde la dedico a pasear por sus calles y plaza mayor y algunos templos no los puedo visitar pues están cerrados por la tarde… otra vez será.
Durante la cena que, preparo con los víveres que me trajo Isabel a Castrojeriz, conozco a cuatro peregrinas japonesas, que preparan parsimoniosamente sus múltiples platos y con las que coincidiré a lo largo del camino hasta Santiago.

Sábado 2 de septiembre, 7,30 de la mañana. Tras un primer tramo hasta El Burgo Ranero al que llego a buena hora ( 12 h ), decido seguir hasta Reliegos pues me encuentro bien. ésta va a ser una de las etapas más duras del camino, pues hasta llegar a Reliegos la vasta extensión del Páramo leonés hace que se haga esta etapa interminable. Hay que agradecer a la Junta de C y León el que haya jalonado todo este tramo de árboles y mesas para descanso del peregrino, aunque echo en falta fuentes de agua potable en todo el recorrido.
Llego, bastante cansado, pasadas las tres de la tarde al albergue de Reliegos. Al entrar en el restaurante me encuentro de nuevo con Pedro que ha llegado en mal estado ( deshidratado y con los pies bastante deteriorados por las ampollas ).
Por la noche y tras efectuar una cura de urgencia a Pedro de sus pies y de su estado general, compartimos cena con las japonesas y nos vamos a descansar pues el día ha sido duro. Mañana esperamos llegar a León.

Domingo 3 de septiembre, 7,30 de la mañana. Salgo esta vez acompañado de Pedro (algo recuperado de la deshidratación y de los pies), parando en Mansilla de la Mulas a desayunar y contemplar las viejas murallas que aún se conservan en parte. Hasta León el recorrido es llano, aunque con algún repecho y una buena ración de asfalto durante los casi 4 Km últimos. Llegamos al albergue que es amplio y está situado próximo a la Catedral en pleno Barrio Húmedo, es privado y tenemos que dejarlo de 13,30 a 16 h porque el personal voluntario se ausenta para comer, nosotros hacemos lo propio y aprovechamos para visitar S. Isidoro, para regresar de nuevo al albergue a descansar. Aquí se nos une un chico madrileño: Rubén que va a iniciar desde aquí el Camino.
Por la tarde-noche visitamos de nuevo la catedral y las estrechas e intrincadas calles del casco antiguo en compañía de Rubén con el que cenaremos después en buena armonía en uno de los numerosos restaurantes del Barrio Húmedo.

Lunes 4 de septiembre, 7 de la mañana. Aún sin dar las primeras luces del día atravesamos León y contemplamos la magnífica fachada del Hostal S. Marcos aún iluminado y seguimos hasta Villadangos en una etapa que es corta y llevadera, Pedro está mejor aunque le cuesta andar al principio. Empieza a notarse el cambio de paisaje, hay más canales de riego y por tanto más verdor en los campos.
Llegamos a Villadangos a buena hora aún con el albergue sin abrir, éste está muy bien es amplio y es el resultado del acondicionamiento de unas viejas escuelas.
Aquí Pedro encuentra de nuevo a los compañeros que conoció en Burgos, son un grupo heterogéneo de peregrinos de todas edades y nacionalidades, muy buena gente: brasileños, canadienses, vascos, andaluces, valencianos,…Con este grupo nos iremos juntando a lo largo del camino en los albergues y en los descansos que iremos haciendo a lo largo del camino.
Hay un buen restaurante en el que repostaremos a la comida y a la cena. Rubén dice que está cansado y que lo deja, le animamos a seguir…

Martes 5 de septiembre, 7 de la mañana. Tras salir casi amaneciendo, paramos en Hospital de órbigo a desayunar y a la salida de este hermoso pueblo está el precioso puente del "Paso Honroso" donde nos sacamos la foto de rigor. Ya avistando Astorga me paro en el crucero de Santo Toribio- obispo de Astorga que, según dice la leyenda, desde aquí se volvió a despedirse por última vez de su obispado camino de tierra cántabra, concretamente al Valle de Liébana con el Lignum Crucis y del que este año 2000 se celebra el Jubileo.
Llegamos cansados a Astorga pues la etapa es larga aunque, salvo alguna pendiente, es bastante llana, mis pies están casi bien.
Por la tarde damos un paseo por la villa de Astorga, vemos su hermosa Catedral y luego nos vamos a la Plaza Mayor donde tomamos un refresco y esperamos a las nueve para ver dar las campanadas a la pareja de maragatos del reloj de la Torre del Ayuntamiento. Nos compramos las consabidas mantecadas y víveres para la cena y el desayuno del día siguiente.

Miércoles 6 de septiembre. Me encuentro bastante mejor, ésta es una etapa corta, en la que se sigue notando el cambio de orografía, empieza a haber desigualdades en el terreno. Llegamos pronto al albergue y, como otras veces, hay que esperar a que abran. Aprovechamos para comer y posteriormente descansar y dar un paseo por el pueblo que está muy bien restaurado. Nos retiramos a descansar pues la etapa de mañana promete ser dura.

Jueves 7 de septiembre. Salimos muy pronto, sin que amanezca, y subimos el largo puerto de Foncebadón y atravesamos su otrora calle peregrinal, (hoy pueblo abandonado de aspecto casi fantasmagórico) que tuvo su importancia hasta el siglo XIX. Al llegar a la cruz del Ferro depositamos la piedra de ritual y nos sacamos la foto de rigor al pie de la cruz. Tras descansar continuamos el durísimo descenso hasta Molinaseca . Pueblo éste muy bonito y bien restaurado con un puente romano a la entrada y un remedo de playa/pedregal al pie del mismo. Llegamos a las 15 horas, cansados y encontramos sitio en el albergue casi de milagro, pues es punto de parada obligada después del descenso. Vamos Pedro y yo a comer a un restaurante estupendo donde comimos un "botillo" y una menestra casera muy buenas y todo ello a buen precio, después recorrimos el pueblo que está muy bien restaurado.
A la cena compartimos viandas. que habíamos adquirido por la tarde, con un grupo de peregrinos de diversas nacionalidades… era como la ONU en pequeño, fue muy agradable. Rubén nos deja definitivamente, pues después de estas etapas dice que no puede seguir y se vuelve a Madrid.

Viernes 8 de septiembre, 7 de la mañana, llegamos enseguida a Ponferrada y pasamos por el centro del pueblo admirando sus venerables piedras y a la salida vemos el bien conservado Castillo Templario.
Después de tomar un atajo que el día anterior nos había enseñado el tendero de Molinaseca llegamos a Cacabelos atravesando su larga e interesante calle mayor. Llegamos a Villafranca a buena hora (14,30) aunque bastante cansados. Esta villa está muy bien restaurada y conserva su sabor medieval. A la entrada y al lado del albergue está la bonita iglesia románica de Santiago. Saliendo de la Villa hay una hermosa colegiata, hoy destinada en parte a hospedería. Villafranca es una ciudad que habrá que visitar más despacio al igual que Cacabelos.

Sábado 9 de septiembre. ésta ha sido sin duda la etapa más dura hasta ahora, los primeros diez Kms. Discurren por la Nacional VI, que hoy al ser sábado está algo menos frecuentada.
Llegamos a Vega de Valcárcel nos avituallamos, pues acaba de comenzar la dura ascensión al alto de O Cebreiro. Al llegar al paraje denominado Laguna de Castilla, un mojón nos marca la divisoria entre Castilla y Galicia y donde me saco una foto para el recuerdo. Durante la ascensión tenemos que para varias veces, pues hay rampas muy duras y el calor aprieta. Menos mal que la subida está jalonada de pequeñas aldeas con fuentes de agua potable y fresca que nos mitigan el calor y la fatiga.
Al fín llegamos pasadas las tres de la tarde, el pueblo está en fiestas y hay gran cantidad de romeros y puestos de productos de la tierra y artesanos. Me voy a comer en uno de los varios restaurantes que existen en este paraje y donde la comida es abundante y buena (¡ buena falta me hacía después del esfuerzo!).
Tras el consabido descanso, al atardecer recorro el pueblo, que ya está con menos bullicio, pues poco a poco los romeros y sus familias se van retirando, así como los tenderetes se van desmantelando. Tras la frugal cena, y sin que anochezca contemplo las impresionantes vistas que se aprecian desde aquí y ya, al anochecer, la luna parece estar más cercana, casi al alcance de la mano, es un espectáculo digno de ver.

Domingo 10 de Septiembre, 7,30 de la mañana, etapa más llevadera que, salvo el duro pero corto, ascenso al alto Do Poio es en continuo descenso hasta llegar a Triacastella ( Tres Castillos ), donde hay un magnífico albergue nuevo a la entrada del pueblo, de los que ha ido construyendo la Xunta de Galicia a lo largo del Camino. A la entrada del albergue me encuentro con un peregrino francés jubilado que conocí entre Burgos y Hornillos que ya ha hecho el Camino tres veces.
El pueblo tiene una bonita iglesia que en la fachada tiene esculpidos los tres castillos que dan origen a su nombre.
Nos juntamos todo el grupo para comer en buena y apacible compañía. Por la tarde recorro las calles del pueblo tras la cena nos vamos a descansar.

Lunes 11 de septiembre, 7 de la mañana. Bonita etapa que discurre prácticamente por sendero de monte y que, salvo, algunas rampas del alto de S. Xil es bastante llevadera. Pasamos por el importante pueblo de Sarría, siguiendo ruta hasta Barbadelo para así arañar unos Kms. al camino. Llegamos al pequeño albergue donde ya apenas queda sitio y después comemos en un viejo caserón restaurado y habilitado como modesto restaurante donde comemos caldo gallego.
Por la tarde me acerco a la pequeña pero antigua iglesia que tiene un pórtico románico digno de ver, no la puedo visitar pues los lunes está cerrada.
Voy a ver qué tal llego a Portomarín y si puedo seguir hasta Gonzar como pretenden Pedro y los demás, veré cómo transcurre la cosa.

Martes 12 de septiembre, 7 de la mañana. Salimos con niebla espesa, que es la constante en estas tierras lucenses, hasta bien avanzada la mañana, que nos obliga a usar linternas en los dos primeros Kms. La etapa discurre por monte entre robles y castaños centenarios y salpicado de pequeñas aldeas.
La bajada a Portomarín es muy pendiente y mis cuádriceps de ambas piernas se "quejan", pues sufro un tirón que me dará "guerra" al día siguiente. Impresiona a la llegada de Portomarín la vista del "tajo" que ha horadado el río Miño y la altura del puente sobre el mismo. Paramos a hacer acopio de vituallas pues nos sospechamos que en Gonzar no hay donde comer. Al final decido seguir con los demás a la antedicha aldea. Llegamos los primeros al albergue y preparamos comida con los víveres que compramos en Portomarín , nos sale un arroz " sui géneris ". He de tomar antiinflamatorios para poder continuar al día siguiente.

Miércoles 13 de septiembre, 7,30 de la mañana. Otra etapa dura por su longitud, voy a intentar llegar a hasta Ponte-Casanova donde hay albergue, pero me encuentro que no hay donde comer y por tanto, después de haber dicho al grupo que me quedaba, he de hacer un esfuerzo y continuar hasta Mellide donde llegamos pasadas las tres de la tarde. Es un pueblo muy hermoso e importante cruce de caminos, ya en tierras coruñesas.
Por la noche vamos a cenar a una pulpería donde pasamos un rato muy agradable toda la cuadrilla. Ya sólo nos quedan 50 Kms. para alcanzar Santiago, estamos cansados pero animados por la cercanía de la meta.

Jueves 14 de septiembre, 7 de la mañana. Es la etapa más larga que he hecho, aunque me encuentro bien de las piernas y voy a buen ritmo, discurre tambien entre robledales y castaños en buena parte del camino y nos sigue recibiendo la niebla en las primeras horas de la mañana. Llego cansado, pasadas las tres de la tarde. Tras comer una buena menestra en un restaurante cercano al albergue, que por cierto es bastante grande, me retiro a descansar. Ya por la noche nos juntamos todo el grupo para celebrar lo que sería la "última cena" juntos, pues mañana yo me iré de regreso a Cabezón en el autobús, en cuanto llegue a Santiago.

Viernes 15 de septiembre, 7 de la mañana, salgo pronto y decido adelantarme al grupo, pues he de llegar a misa de doce, voy a buen ritmo y las piernas me responden bien. Llegado a Monte Do Gozo hago una breve parada en este enorme complejo hostelero construido por la Xunta a las puertas de Santiago.
PYa queda poco, me encamino a la Catedral, ya pasan de las doce cuando entro en el templo y doy las "cabezadas" de ritual a los pies de la efigie del Apóstol en el pórtico de la Gloria y recibo la bendición del "Botafumeiro", junto al resto de otros peregrinos.

Me saco unas fotos en la puerta de la Catedral y en la Plaza del Obradoiro para dejar testimonio de mi peregrinaje. Seguidamente voy a recoger la "Compostela" acreditativa y con ella me dirijo al albergue para asearme e irme a comer para más tarde tomar el autobús de regreso para casa.
Me he despedido de algunos peregrinos con los que he coincidido (incluidas las japonesas) durante la peregrinación. No he podido hacerlo con todos como me hubiera gustado, pues he esperado en el albergue a Pedro y los demás pero no acaban de llegar y el autobús no espera.
Estoy contento, pues al fín, he logrado el objetivo ansiado desde hace tantos años.

¡¡¡ HASTA PRONTO SANTIAGO !!!